En el libro Capital humano para la transformación digital en América Latina, Raúl L. Katz (reconocido experto en tecnología y telecomunicaciones) señala:
“La tercera ola de la digitalización –conformada por un conjunto de tecnologías llamadas de avanzada– permite encarar una refundación de empresas tradicionales a partir de la generación de nuevos modelos de negocio, la virtualización de estadios de la cadena de valor y una redefinición de las fronteras de eficiencia del negocio”.
Acaso, ¿es esta tercera ola la que lleva a la transformación digital a las organizaciones en América Latina y a intentar evolucionar en esta área?
Según los expertos se estima que ya un 90% de los ejecutivos comprenden que ese cambio no es una responsabilidad exclusiva del área de tecnologías de la información, sino que atraviesa a toda la compañía. Es decir, que comienzan a entender la importancia de esta transformación transversal y a nivel empresarial. Un 33,3% de los encuestados declaró estar invirtiendo entre el 10 y el 20% de su presupuesto anual en tecnología.
El Instituto para el desarrollo empresarial de la Argentina (IDEA), en el estudio Competitividad pyme: una oportunidad para el desarrollo (2018) –donde participaron 174 pymes de todo el país– indicó que el 62% considera muy relevante a la tecnología para su negocio. Por eso, ya se aplican tres tipos de inversiones: en software, específicamente en el desarrollo de aplicaciones propias para el negocio; en redes sociales, community managers y Google Ads; y en hardware, en servicios en la nube y disponibilidad de datos.
Aunque según Boston Consulting Group (BCG), el 72% de las empresas son conscientes de la necesidad de una transformación, la falta de conocimiento, la dificultad para definir una estrategia y un plan de evolución resultan ser los principales obstáculos. A estos factores se suman la falta de financiamiento, la poca capacidad de implementación y la incertidumbre sobre los retornos de inversión que aún hoy abundan.
Entre los beneficios que ofrecen los servicios de la nube están:
La seguridad de los datos a través de copias de seguridad para mayor protección produce que la información almacenada en la nube esté protegida contra imprevistos.
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Los servicios de la nube pueden ir adaptándose a medida que la organización crece e ir adquiriendo nuevos servicios para aumentar la capacidad necesaria.
Se puede tener acceso a servicios que hasta hace poco sólo podían permitirse las grandes empresas por el coste de implementación que suponían. La migración de la nube permite la reducción en los costos, esto se debe a las economías de escala y a la eliminación de un mantenimiento constante.
A pesar de los desafíos que tienen por delante, las organizaciones no pueden ignorar las oportunidades que le brinda este nuevo paradigma digital y competitivo. Sin grandes inversiones y con muchas ventajas, los servicios de la nube pueden significar, sin duda, la gran palanca que necesitan las pymes para una verdadera transformación digital.